El Adviento: tiempo de esperanza y de espera

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La palabra adviento viene de la palabra latina «adventus» significa “venida”. Tiempo de espera y de esperanza. En el preparamos nuestro corazón para la venida de Jesús y para celebrar con alegría el nacimiento de Jesús. En el también recordamos que estamos esperando la segunda venida de Jesús.
Hace referencia a la espera de la venida de Jesús, nuestro salvador. Son las cuatro semanas que preceden a la Navidad y concluye el 24 de diciembre con la celebración de noche buena (vigilia de la espera de la navidad), es una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.
Con el adviento iniciamos el año litúrgico cristiano, que consiste en un tiempo de preparación para el nacimiento de Cristo. Su duración puede variar de 21 a 28 días, dado que se celebran los cuatro domingos más próximos a la festividad de Navidad. Es un tiempo de reflexión y de perdón. El color usado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado que significa penitencia, preparación y espera. En el no se canta el Gloria.
Durante el adviento, se coloca en las iglesias y también en algunos hogares una corona de ramas de pino, llamada corona de adviento, con cuatro velas, una por cada domingo de adviento (3 moradas y una rosada). Hay una pequeña tradición de adviento: a cada una de esas cuatro velas se le asigna una virtud que hay que mejorar en esa semana, por ejemplo: la primera, el amor; la segunda, la paz; la tercera, la tolerancia y la cuarta, la fe.

Los personajes significativos del adviento:

Isaías. Figura de espera por la Salvación. Anuncia la promesa de salvación, (Is 32, 15 al 33, 6)
• Juan Bautista. Primo de Jesús. Figura de preparación. Predicador de la conversión. Invita a preparar el camino al Señor. (Marcos 1,2-4)
• María. Virgen de la esperanza y Madre del Salvador. La mujer que oyó, meditó y vivió la Palabra. Acepto con amor la voluntad de dios. He aquí la esclava del señor, hágase en mi según tu palabra. Lc. 1, 26-38
• San José, el hombre justo, modelo de obediencia y de castidad. (Mt 1, 19).

La corona de adviento y sus Elementos

Representa la preparación para la navidad durante cuatro semanas, en ella se enciende cada domingo una vela Sus elementos (Partes):

La forma circular: El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.

Las ramas verdes: Verde es el color de esperanza y vida. Tenemos esperanza de que luego de concluir nuestra misión en está vida, vamos a alcanzar el cieloy encontrarnos con Dios.

Las cuatro velas: Replezanda la luz de Cristo que ilumina a la humanidad y que los libra de la oscuridad del pecado y de la y del mal. Son cuatro velas las que se ponen y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.

Las manzanas rojas que adornan la corona: Representan los frutos del jardín del Edén con los que Adán y Eva trajeron el pecado al mundo pero támbien nos recuerda promesa de nuestra salvación.

El listón rojo: Representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.

Los cuatro domingos del Adviento y la corona de adviento

La primera de las semanas de adviento está centrada en la venida del Señor al final de los tiempos. La liturgia nos invita a estar en vela, manteniendo una especial actitud de conversión. Velen y estén preparados, que no saben cuándo llegará el momento». Es importante que, como familia nos hagamos un propósito que nos permita avanzar en el camino hacia la Navidad; ¿Cómo te relacionas con tu familia? deberemos buscar el perdón de quienes hemos ofendido y darlo a quienes nos hayan ofendido para comenzar el Adviento viviendo en un ambiente de unión y de amor familiar. Encendemos la primera vela de la corona de adviento.
La segunda semana nos invita, por medio del Bautista a «preparar los caminos del Señor»; esto es, a mantener una actitud de permanente conversión. Jesús sigue llamándonos, pues la conversión es un camino que se recorre durante toda la vida. En la semana anterior nos reconciliamos con las personas que nos rodean; como siguiente paso, la Iglesia nos invita a acudir al Sacramento de la Reconciliación (Confesión) que nos devuelve la amistad con Dios que habíamos perdido por el pecado. Encenderemos la segunda vela morada de la Corona de Adviento, como signo del proceso de conversión que estamos viviendo.
• La tercera semana. Jesús es el motivo de nuestra alegría, preanuncia ya la alegría mesiánica, pues ya está cada vez más cerca el día de la venida del Señor. Encendemos como signo de espera gozosa, la tercera vela de la Corona de Adviento, la cual es de color rosa.
• La cuarta semana. El anuncio del nacimiento de Jesús. María es figura, central, y su espera es modelo estímulo de nuestra espera. Encendemos la cuarta vela de la corona de adviento, ya está muy cerca el nacimiento de Jesús.
Preparar nuestro corazón, para recibir al niño Jesús que quiere formar parte de nuestra vida.

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